Timidez e inteligencia lograron hacer de sus vidas una raíz muy grande, tan grande que ha llegado a madurar en un sutil y sencillo árbol…
Hubo momentos en que las tempestades volaron techos y todo tipo de estructuras, ellos hicieron fruto de aprendizajes…Somos árbol! Gritaron al viento, somos un árbol milenario, como nuestros abuelos, como la tienda donde comencé, con la misma forma en que enseñamos a nuestros hijos a crecer…
El árbol de la vida, dijimos los dos sin mas…
Y con el abrazo supimos de nuestras diferencias, pero el amor nos enseño más…
Sin palabras, con hechos y raíces largas dicen los duendes del bosque…
Hoy aquí nos reunimos, como alguna vez soñamos, en familia construyendo; eso lo escuchamos del viento: viejo sabio que supo volarnos y desestructurar destapando nuestros oídos, sacando arenilla de los ojos y por que no de los poros humeantes del nacer...
Salomé.
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